Leyendo de todo un poco, me encuentro con un escrito referente a la tendencia que tenemos los seres humanos a juzgar a los demás, que entre otras cosas, decía: "...el juzgar a los demás es una eterna tentación..."; lo que llamó muchísimo mi atención, sencillamente porque es una cruda realidad. Llega un momento en nuestras vidas en el que nos detenemos a pensar un poco más en cómo actuamos, qué efectos tiene nuestro comportamiento y actitudes sobre los que nos rodean y queremos empezar a eliminar todas esas cosas que a lo largo de nuestras vidas si bien es cierto, nos han ayudado a ganar experiencias, también nos han llevado a cometer errores.
Dicho esto, quisiera compartir un poco de la metodología a aplicar para ir combatiendo esa "tentación" de querer juzgar a los demás, lo que nos ayudará a vivir en armonía y, por ende, más felices. Tal vez muchos, al igual que yo, sin saberlo, estemos adoptando esta metodología, pero es precisamente porque nos hemos dado cuenta de que es la única manera en la que podemos ser más abiertos a la forma de ser y actuar de quienes nos rodean.
Practicar la Empatía
El ser empático, el colocarnos en el lugar de la otra persona y evaluar cómo reaccionaríamos, pensaríamos, hablaríamos ante una situación similar a la de ellos; esto nos ayudaría enormemente a sentirnos menos tentados a juzgarla. La empatía nos permite crear canales de comunicación, respeto y entendimiento, en lugar de crear grandes abismos y odio entre las personas con el solo hecho de juzgar.
Bendecir
Cuántos de nosotros no hemos tenido oportunidad de ver a una persona recibiendo insultos, gritos, improperios de alguien, por alguna razón, muchas veces ajena a la persona, y ésta al final lo único que se le escucha decir es: "Dios lo bendiga"? O cuántos de nosotros no lo ha hecho ante una situación similar, sobre todo cuando se trabaja en una institución gubernamental o no, atendiendo a clientes o usuarios? Y por qué lo hacemos? Sencillamente porque "decirles eso es mejor que decirles lo que estamos tentados a decir”; al final, quienes lo hemos hecho, podemos dar fe de que sí funciona ya que nos ha ayudado a mantenernos serenos en el momento y cuando nos llegan personas alteradas, simplemente no nos preocupamos.
Haz Oración
Probablemente pensarán que este texto está dirigido a personas creyentes únicamente. Permítanme decirles que no es así, el desear los buenos días, despedirse de manera cortés y sonreír, equivale a bendecir; y el guardar silencio, el pensar antes de hablar, el meditar la situación antes de emitir un juicio, es el equivalente a elevar una oración cuando nos percatamos de que estamos a punto de actuar como juez. Orar por la persona a la que estoy juzgando, pedirle a Dios que le dé a esa persona lo que deseo para mi y para los que amo, ya que al final, Dios ama a esa persona tanto como a mi. ¿Por qué no seguir el ejemplo de Dios e intentar amar también a la otra persona?
Mirar en Nuestro Interior
Cuando nos está molestando algún rasgo o actitud de otra persona, probablemente haya algo en nosotros de ese rasgo o actitud. Cuando alguien más es quien acapara la atención, en muchos esto puede amenazar su necesidad de atención. En lugar de juzgar a los demás por su comportamiento, intentemos examinar qué es lo que puede estar turbando nuestro interior. Pidámosle a Dios que nos sane y transforme.
Si las cosas no salen como esperamos, Distraigámonos
Cuando alguien nos saca el coraje o nos "encabrona o encojona" como decimos en buen panameño y nos sentimos tentados a poner a esa persona en su lugar, solo nos queda seguir el juramento que realizan los practicantes de medicina de "no hacer daño a nadie". Si no podemos manifestar nuestra empatía, bendecir, elevar una oración, lo mínimo que podemos hacer es alejarnos de la situación y centrarnos en algo diferente. Antes de emitir un juicio, debemos tranquilizarnos. Solo dejemos que Dios trabaje en y por nosotros y haga surgir algo nuevo tanto para la persona que queremos juzgar y para nosotros mismos.
Como habrán observado, mi redacción la hago en primera persona del plural, y es precisamente porque sé y vivo en carne propia lo difícil que es no caer en la tentación de Juzgar a los demás. Lo bueno o positivo de esto, es que es difícil, mas no imposible.
LA COMUNICACION CORRECTA
ResponderEliminarExiste una comunicacion verbal en la que ambos comprendemos el significado de las palabras. en esa comunicacion la palabra es el significado, y ese significado es comprensible. La comunicacion implica ademas escuchar; no solo escuchar el significado de la palabra, sino la intencion de quien , al hablar utiliza esa palabra . De no ser asi, la comunicacion se rompe. La palabra que empleemos debe tener la cualidad de ser directa, es decir, debe estar exenta de doble sentido y debe tener tambien la cualidad de una necesidad real de comunicar algo. En esa necesidad ha de haber afecto, cuidado,consideracion y el sentimiento de que es importante que la persona comprenda, no de que que yo soy superior y el otro inferior. Por ultimo, al utilizer la palabra, uno debe estar en contacto con LA INTENCION, y eso debe transmitirse en la cualdad de la voz. esto quiere decir que ambas partes Deben comprender la palabra al mismo tiempo, en el mismo nivel y con la misma intensidad. Debe esxistir ese contacto con la intencion, solo entonces existe comunicacion verdadera. Es interesante observer que la comunicacion puede ser clasificada en cuatro estados: 1. comunicacion verbal escuchada por el organo auditivo y esta sujeta a distorsiones de diversa indole, y depende de la secuencia 2. se percibe oido interior (mente) y no de un organo sensorial exterior existe la secuencia de aquello concebido mentalmente. 3. no existen los atributos del pasado ni del future y la percepcion y la comunicacion no estan divididas 4. trasciende todo.