Las Teorías de Aprendizaje describen procesos que
facilitan que un individuo aprenda algo; pretenden entender, anticipar y
regular la conducta a través del diseño de estrategias que faciliten el acceso
al conocimiento. Las principales Teorías son: la Conductista, la Cognoscitiva,
la Tecnológica o Conectivista, la Constructivista y la
Socio-reconstructivista. Todas ellas han sido creadas, sustentadas, defendidas
y seguidas por profesionales en el área principalmente de la psicología,
pedagogía y epistemología.
En cuanto a la Teoría Conductivista, cuyo fundador fue J. B. Watson, teniendo
como seguidores a Skinner, Pávlov, Thorndike y Bandura, quien posteriormente
se enfocó en la tendencia conductual-cognitiva, encontramos el planteamiento
principal de la memoria por repetición y una asociación de estímulo-estímulo o
estímulo-respuesta. Este objetivo me
resulta de gran importancia ya que para adquirir nuevos conocimientos es
necesario contar con el estímulo necesario que despierte nuestra curiosidad,
la cual nos llevará a desarrollar debidamente el proceso de aprendizaje. Sin embargo, esta teoría no considera la
interacción entre estudiantes, lo cual me parece erróneo, ya que en el
convivir e intercambiar experiencias y prácticas con otro ser humano,
igualmente ayuda en el aprendizaje. Los
docentes, por su parte, deben programar actividades y establecer refuerzos
positivos y negativos; por lo que impera que los mismos tengan la vocación
suficiente para desempeñar su rol de manera adecuada. En cuanto a la relación
jerárquica que plantea esta teoría, la misma no debe ser mal interpretada por
los docentes, de tal manera que proyecten una imagen que infunda temor, ya que
esto inhibirá a los estudiantes y afectará negativamente su proceso de
aprendizaje.
La Teoría
Cognoscitiva, cuyo precursor fue F. Bartlett, además de contar con
defensores como Jerome Bruner, nos plantea la necesidad de la existencia de experiencias
previas, esquemas existentes, codificación en donde la memoria pasa a almacenar
y recuperar, abriendo paso a la oportunidad de que el estudiante razone de
manera clara y objetiva para lograr resolver problemas. El rol del docente es
de suma importancia, debido a que debe motivar a sus estudiantes para que sean
capaces de expresar sus ideas. Igualmente, es necesario que los alumnos
desarrollen la madurez necesaria para ser capaces de escuchar las ideas de sus
compañeros y complementar sus conocimientos previamente adquiridos.
En la Teoría
Tecnológica, como su nombre lo dice, nos avocamos a la tecnología, la era
digital. Los precursores, George
Siemens y Steven Downes, plantean la necesidad de identificar, seleccionar y
conectar nodos de conocimiento y padrones adaptativos, representativos del
estado actual, existentes en las redes.
Esto conlleva a que las instituciones educativas se equipen con las
herramientas necesarias para que los alumnos tengan acceso a las herramientas
tecnológicas que les permitan intercambiar conocimientos y experiencias con
otros estudiantes de otras culturas, con la guía
del docente, quien ayudará
a crear los canales de comunicación necesarios, con una previa planificación de los
objetivos que se desean alcanzar. El
mundo es muy cambiante y la tecnología impera en todas las áreas, lo que representa
un reto, tanto para el docente, como para el alumno, toda vez que deben
adaptarse a los respectivos cambios y dominar las herramientas tecnológicas
que ayudan en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Finalmente, la Teoría Socio-reconstructiva, defendida
por Pere Marqués Graells, la interpreto como la unión de las teorías
tecnológica y constructivista, ya que no solo insta a la construcción de
nuevos conocimientos, sino también al dominio e integración de los
instrumentos tecnológicos y los nuevos elementos culturales en general. Llama al intercambio de conocimientos más
que nada a nivel de profesionales de distintas áreas, dado que tiene un
enfoque andragónico. De allí que brinda un escenario de gran valor social,
ético, colaborativo y cooperativo.
Podríamos decir que las
teorías de aprendizaje nos ayudan a lograr identificar los elementos del
conocimiento que intervienen en el proceso de enseñanza-aprendizaje y las
condiciones en las que es posible el mismo, tratando siempre de actualizarlo, de
acuerdo con los constantes cambios determinados principalmente por la
tecnología. Cada nuevo conocimiento adquirido tiene una finalidad específica;
ya que se aprende con fines prácticos inmediatos o para complementar los
conocimientos previamente adquiridos.